La frase

La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante. (Antonio Gala)

viernes, 23 de enero de 2009

Ascensor arriba, ascensor abajo.

Bueno, en vista del desánimo en el que me encuentro últimamente, y como no hay nadie mejor que yo misma para sacárme de él, he dejado a un lado los sentimientos y he estado reflexionado sobre algo fuera de lo habitual en este blog y que posiblemente sea vanal, pero a mi me ha divertido, que falta me hace.

El ascensor. Pequeño habitáculo de inevitable encuentro entre vecinos.

¿Cuántas veces habéis subido a casa andando o habéis dicho “suba, suba, estoy esperando a alguien...”, con tal de no compartir el ascensor con algún vecino? Porque es que hay cada unooo.... Están los que tienen una higiene que ni te cuento. El tufo se mantiene allí dentro el tiempo justo para que cuando tú entres, te eche pa tras...; a otros les deben haber cosido la boca con hilo de pescar..., porque no hay forma de sacarles un “hola”, o bien lo dicen con la boca pequeña como si en ello perdieran parte de su vida.
También están los que aún viviendo en el segundo, y teniendo buenas piernas, (que yo lo sé) suben en ascensor porque “yo también lo he pagado”, y tienen toda la razón del mundo, pero ¿se tienen que justificar ante ellos mismos...? ¡qué chorrada!
Y luego están los incívicos que les importa tres pepinos, aunque se lo digas, muy educadamente, eso sí, que los demás tengamos que soportar el humo de su tabaco “nooo, si lo llevo apagado” y una mi....... o lo cogen al revés haciendo hueco con la mano, ¡como si el humo así se evaporara antes de llegar a anuestras narices! O los que dejan la meadita del pobre perro que no aguanta más y, no os penséis... allí se queda hasta que viene la de la limpieza, aunque más de una he fregado, porque imaginaos aquello allí tres días..., y encima para que venga algún despitado y lo pise.... ¡Haaalaaa, todo de pisaditas meonas por el rellano! ¡qué asco! mejor lo doy más detalles, ¿no?

¿Y por qué será que en el ranking la conversación preferida es el tiempo?
Yo tengo una vecina que cuando nos encontramos por la mañana siempre me suelta la misma frase: “Vas al gimnasio, ¿no?, yo iré luego” me dan ganas de gritarle: “¡pero si ya sabes que sí!”. Después de un porrón de años, cada día a la misma hora y con la bolsa de deporte... yo creo que es obvio. En estos casos mejor sería que se limitara a un saludito breve, porque se vuelve muy pesada la pobre.

¿Y cuándo el ascensor se estropea?, toca subir a pata, claro, ¡hasta el décimo piso jod...!. Mientras mentalmente vas maldiciendo al técnico que lleva tres días sin dar señales de vida, ya en el octavo piso te cruzas con alguien que baja y, entre toma y toma de aire consigues decirle en un suspiro: “hola”, porque la situación no da para mucho más, bastante tienes con llevar una respiración más o menos acompasada y poder llegar a tu casa con algo de aire en los pulmones.

Se da una situación incómoda, o divertida, según te lo tomes, cuando al abrirse la puerta del ascensor te pillan delante del espejo haciendo moniquetas para tu propia diversión Ja ja ja ja!!

Para algunos, el ascensor es una verdadera ratonera. Son personas de poca o ninguna relación con nadie. Personas urañas que no disfrutan de la compañía y la conversación evitando una simple mirada. Para ellos el ascensor se convierte en un incómodo espacio pero claro, como también lo han pagado...

Para otros es un espacio donde compartir criticas sobre las deficiencias de la comunidad o de otros vecinos.

En fin, el ascensor es todo un mundo... si sus paredes y su espejo hablaran....

17 comentarios:

Emma Núñez dijo...

Tengo dos amigos que no quieren comentar por aquí pero que en otro sitio me han dejado su comentario, ahí van:

"jajaja pero que clase de gente vive en tu comunidad jajaja atajo de cerdos ..... no has comentado ese olorcillo a cuesco que se aprecia justo cuando cierras la puerta y le das al piso .uffffff te lo comes entero jajajaja ya no hay vuelta atras el ascensor ya arranco."

"Jajajajaj, toy totalmente deacuerdo contigo, a parte de q yo también vivo en un 10 y no me mola nada cuando se estropea el ascensor, que en mi caso y GRACIAS A DIOS como tengo 2 es muy difícil..... sólo te añadiría aquellas personas que cuando llegan a su rellano siguen con la puerta abierta, sin tener en cuenta q hay más vecinos que necesitaran el ascensor claro!, y que siguen con su charla y no hay manera de callarlas y aunque ahora me rio cuando me pasa o le pasa a alguien con quien subimos, se pasa fatal.

En fin era para distraerte un poquito ahora que tengo un ratito xq mi ratón duerme claro!!!!"

Anónimo dijo...

Tienes toda la razon del mundo, los ascensores son pequeños micromundos donde el ser humano despliega todos sus encantos. A mi me hace mucha gracia que cuando te montas en uno que ya va con gente lo primero que haces (despues de saludar eh?) es mirar al suelo. Claro que es mejor que notar que alguien no te quita ojo...eso si que da mal rollo. Un besito Inma

Anónimo dijo...

Oye anonimo soy yo El Jesus del facebock

Emma Núñez dijo...

Hoooola jesús, gracias por pasarte.
Se podría escribir un libro todo de anécdotas....
Ya me explicarás a qué viene lo de Inma....
Besitos.

Anónimo dijo...

Yo creo (Por adelantado te pido perdón por la pedantería) que todas estás anécdotas graciosas o patéticas de ascensores y vecinos son solo el más gráfico ejemplo de hasta qué punto vivimos todos más o menos solos y aislados en medio de la multitud...

Porque en general, hoy día ya no se dan las auténticas relaciones de vecindad a la antigua usanza, esa vida de barrio o de corrala donde todos se conocían y se trataban con familiaridad. No. Ahora somos vecinos porque vivimos en la misma finca, pero no tenemos la más mínima relación personal, a veces no sabemos ni el nombre de pila de quien vive en nuestro mismo rellano...

Y es cuando estás en un espacio cerrado con alguien con quien se supone deberías tener alguna relación, pero que en realidad es un completo extraño, cuando uno no sabe bien qué hacer, y reacciona de modo tan surrealista.

Emma Núñez dijo...

Tienes toda la razón del mundo Janton. Detrás de esta "no relación" hay cuestiones tan profundas y penosas como las que que tú planteas, pero hay que tomarse las cosas con un poquito de humor ¿no?

Pedro Estudillo dijo...

Yo odio los ascensores, siempre que puedo los evito, aunque viviendo en un décimo es complicado (lo digo por ti).
Mi odio no es por la gente que te puedas encontrar, sino simplemente porque no me gustan los aparatos que nos hacen más holgazanes (pero repito que viviendo en un décimo estás disculpada).

Un beso, y si algún día pones una cámara en tu ascensor, nos pasas las imágenes, ¿vale?

Emma Núñez dijo...

Vale Pedro, prometido.
Pero te advierto, ¡como me pillen y me denuncien te iré a buscar para que me pagues el abogado! jajajaja.

Un besazo.

Josito dijo...

Lo peor es lo siguiente:
1. Un ascensor viejo.
2. Tú ya estás dentro,para subir, y cuando la puerta parece que ya se cierra, va y la abren una pareja "de peso" importante.
3. Empiezas a sudar y a pensar. "Con los tres, fijo que no puede el ascensor", pero si les digo que les dejo solos, y yo me salgo, seguro que se ofenden,¿ QUÉ haCER?

Luismi dijo...

un bloque de pisos es como la humanidad es sí... no te puedes llevar bien con todos, siempre hay alguien que no colabora, y otro que deja sus "residuos" por donde no debe...

una buena reflexion xD

Emma Núñez dijo...

Josito, yo no lo dudaría un momento, ¡me bajo seguro!
Aunque si el ascensor ofrece tan poca seguridad, lo más probable es que no lo coja ni yo sola. Ante todo evitar un posible accidente.
Un saludo.

Sí Luismi, la convivencia siempre es complicada, sobretodo porque los vecinos son como la família, no los elegimos, nos los encontramos.
Besos.

Tercera Opinión dijo...

El ascensor es un micromundo donde las palabras se esconden en el suelo.

Un saludo.

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http://www.terceraopinion.net

Emma Núñez dijo...

... y allí permanecen día tras día sin encontrr su sitio...
Un Saludo Tercera Opinión.

Gipsy Rose dijo...

Ascensores... Terribles habitáculos...

Suelo subir andando ( Y eso que vivo en el ático, un séptimo con entresuelo y principal que hacen de mi piso algo así como un noveno... ) pero no soporto ni los silencios incómodos, ni las medias sonrisas... se me hace eterno subir en el ascensor.

Además, el subir escaleras fortalece el trasero. ;)

Gipsy Rose

.A dijo...

me gusto mucho :)

Ginebra dijo...

La verdad es que lo de los ascensores es total!!! Has descrito magníficamente las situaciones tragicómicas de esta habitáculo, jejejeejje. En el mío siempre hay alguien que fuma y está reconcentrado todo el humo allí cuano lo coges para bajar al garaje... incívicos!!!
Lo del tiempo es que es algo recurrente, no???
Bueno niña, ese ánimo arribita!!!! que cada día es un milagro. Besos

Emma Núñez dijo...

Gipsy Rose, en verdad que son odiosos. Y para colmo que se averíe en compañía de aquel vecino que no soportas :(
Un saludo.

Gracias por tu visita aLba. Me paso a visitarte.

¡Ginebra, gracias por tus ánimos! Estoy mucho mejor. Es cuestión de tiempo que encuentre lo que busco.
Un beso.