La frase

La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante. (Antonio Gala)

viernes, 25 de abril de 2014

Silencio...



Shhh...
entra de puntillas, sin hacer ruido,
no rompas la paz del Silencio que he construido.

(...)
No es sólo ausencia de sonidos,
desde Mi Silencio,
puedo oír lo que se mueve en mi interior.

(...)
Silencio donde se mecen sentires y pensares,
el tiempo no tiene nombre ni edad,
ni las palabras encuentran su lugar

(...)
Compartamos los más bellos secretos de nuestro corazón,
desde lo que somos...
desde lo que vivimos...
desde lo que lloramos...
desde la felicidad.

(...)
Acompáñame en mi Silencio, siente lo que yo siento
..., que yo me estremeceré en tu palpitar.
Ojos cerrados y dulces notas de piano
... sin palabras... sólo siénteme en Mi Silencio,
que yo viajaré en tu callar.


(publicación septiembre 2009, reeditado en 2014)

lunes, 4 de noviembre de 2013

La vida se me indigesta a momentos.
A momentos...
Falta aliento.
Sobra fatiga.
Coger aire... para continuar.

miércoles, 6 de junio de 2012

Tanto los amigos como los avinagrados son necesarios en la vida. El ying y el yang, la calma y la tempestad. A los amigos los tenemos siempre cerca y con ellos nos damos cuenta de lo que merece la pena que ocupe parte de nuestra vida; y los avinagrados consiguen, apareciendo de vez en cuando (menos mal), que reconozcamos lo que es imprescindible apartar de ella para ser más felices. El cocktel perfecto que hay que saber combinar para que el avinagrado no acabes siendo tú.

En el amor unos, en el desprecio otros, los dos te duelen en algún momento. El primero, cuando encuentra una espina en el camino, sana y se refuerza con la comprensión y empatía que habita en la relación; el segundo, muere con tu indiferencia, el olvido... eso hace que el parásito que es, la araña que teje su inquina hacia ti, pierda importancia en tu vida.

Tanto unos como otros, sienten y tienen razones y motivos para estar en un lado u otro de la balanza y es fácil reconocer el peso que tiene cada cual: Un amigo escucha sin juzgarte, un avinagrado juzga sin escucharte.

¡Vive y deja vivir, todos seremos más felices!